De viaje a un pueblo de la Sierra de Gata (Hoyos)
Aterrizando en mí pueblo
Ayer nos llevaron los nietos a mi pueblo. No es que nos llevaran, sino que por hacerle la vida agradable a los nietos, a mi mujer se le ocurrió decir, vamos a Hoyos con los niños. Me propuse ir haciendo fotos de casas señoriales, que la historia se ha encargado de ir poniéndolas en manos de simples mortales paisanos. Por aquello de que mi pueblo es carne de mi carne, empecé a mirar todo con ojos de lo afectivo.
Empiza el recorrido
Empezamos a caminar en dirección al ‘jondón del lugar’. Al fondo a la derecha se ve un edificio grande, con portada de hermosas dovelas y un par de escudos en la fachada; blasones de la casa del marqués de Coria, que a su vez es el marqués de Alba.
Se me ocurre pensar que lo de blasones debe venir por aquello de alguna proeza de un Blas muy grande, que en aumentativo lo llamaran Blasón. Pero ya digo que lo afectivo está pegado a los vivientes y en esa casa de fachada imponente tuvo la fragua, cuando yo me criaba, el tío Sevilla. Serviliano su hijo Jesús y sus dos hijas, su hermana Luisa y su hermano Félix, vienen en mi recuerdo. Del edificio prácticamente solo queda la fachada de buenos sillares, pero lo peor aún, me da por pensar que esta
ruina ya es mía, que se ha producido durante mi historia. Ahí empecé a aterrizar, y casi me pegó un guarrazo… Aunque ahora se estén poniendo en valor las ruinas, el hecho cierto es que, sobre todo a los que tenemos cierta edad, lo que nos pone en valor es el hecho de los deterioros personales tanto lo carnal, como lo espiritual. En mi pueblo, cierto es que hay mucho que ver, sobre todo casas señoriales.
Blasones
Como me dio por fotografiar los blasones, pude ir observando que la mayoría de ellos pertenecieron a la casa de Alba. Sí que es cierto que el escudo que a mí modo de ver, y avisado por mi amigo Julio Valiente, el más antiguo se corresponde al que está en la casa que habita su hermana consuelo y su cuñado Félix. Se trata de las armas de los Pereiro, antecesora de la orden de Alcántara, coincidiendo más o menos con la época de la portada románica que se conserva del antiguo templo sobre el que se ha construido el actual del siglo XVI. Uy Chuchi si no te había conocido… La fachada, claro… Aterrizaje y guarrazo. Yastá.
Chuchi. De viaje a un pueblo de la Sierra de Gata (Hoyos)
Continuará
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