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Evaristo Páramos, cantante de La Polla Records

20 noviembre 2020
Evaristo Páramos cantante de La Polla Records
Guía del Contenido

Evaristo Páramos cantante de La Polla Records 🧲ENTREVISTA BRUTAL

Evaristo Páramos cantante de La Polla Records

Luego de separarse en 2003 y de un regreso en 2019, la banda española se presenta el sábado 8 en el Punto Único de La Plata. Una charla sobre música, rebeldía, fútbol y más.
Banda de Rock Extremeño

Aseverar que La Polla Records es un grupo de punk perfecto, puede sonar a afirmación parcial o producto del fanatismo, pero si analizamos sus características generales, se notará la excelencia punk tanto en filosofía, como en sonido y estética. Se abrieron camino en la España post franquista desde Salvatierra, un terruño de 5000 habitantes perdido en la provincia de Álava.

Evaristo Páramos cantante de La Polla Records

Sus canciones denunciaron, con inteligencia, humor y “mala hostia”, las hipocresías reinantes en el estado español y su cercana relación de poder con la iglesia y la Casa Real. Luego de separarse en 2003, han vuelto en 2019 para despedirse de una manera más decorosa de sus numerosos fans ibéricos y latinoamericanos quienes los consideran la banda de punk más trascendente de habla hispana. Lanzaron “¡Sin Descanso, Ni Paz!”, disco con nuevas versiones de sus tres primeros -y míticos- álbumes y luego de girar por grandes estadios en su país, llegan a Sudamérica y se presentan el 8 de febrero en el Punto Único del Estadio de La Plata (con entradas por Livepass), acompañados atinadamente por los veteranos de culto local, Eterna Inocencia.

Evaristo Páramos cantante de La Polla Records

Evaristo, de La Polla Records: «Volvimos por el dinero y por las ganas de reírnos»

Evaristo Páramos, gallego de Pontevedra, nacido en 1960 y prócer indiscutido del rock vasco fue, es y será el cantante de La Polla Records, y así explica las razones de esta vuelta, mientras se ve interrumpido por las demandas de su hija menor, de 18 meses. “Recuperamos los derechos sobre los discos y también los digitales, que yo no sabía ni lo que era. Quienes nos ayudaron a lograrlo, también organizan conciertos y así salió la posibilidad; dijimos ¿por qué no? Y por el momento no nos arrepentimos de nada”.

– ¿Qué tal fue la gira? ¿Se sumó nuevo público?

-Se habrá sumado, sí. Pero la mayoría fue la gente de los viejos tiempos, gente cierta edad, ¡una panda de vejestorios de la hostia, como nosotros! Pero con muchas ganas, ¡eh! Había mucha calidez cuando tocamos. También había gente más joven, los jóvenes de cuando lo dejamos. Pero lo que vi de cerca eran veteranos a punta pala, vamos.

-Respecto al «Sin Descanso Ni Paz», es real que los temas suenan mejor que antes, pero ¿no crees que al quitar aquel sonido básico y rudimentario, el material pudo perder algo de valor testimonial?

Cuando oíamos el disco de los Sex Pistols

-Es que aquel sonido fue algo como muy casual. Y era testimonial… pero era un sonido de mierda. Cuando oíamos el disco de los Sex Pistols y la guitarra sonaba como sonaba (hace onomatopeya de sonido poderoso) y luego nosotros (canturrea un sonido agudo y ridículo). Cuando había CDs me habían pasado un documental de cómo se grabó ese disco de los Pistols, ahí vi por primera vez trabajar a un técnico de sonido. Tuve que verlo por tele (risas) ¡Y lo más cojonudo es que era bueno el tío! (risas)

-Al revisitar estos temas ¿qué significan ahora para vos?

-Todo cambia, pero por otro lado todo sigue igual. Y peor. La vida sigue mucho más chunga que antes. A nosotros nos tocó una época en la que el punk se puso en primer plano, supongo que por intereses comerciales más el empuje de la juventud de la época. Ahora mismo lo que podríamos llamar punk ya no lleva ese nombre. A mí no me gusta excesivamente, pero el gusto no se discute, hay gente que hace rap, hip hop y estas cosas. Y no sé como le llaman ahora, ha salido otra onda que va por ahí.

-¿El trap?

-Eso, puede ser. Pero yo ya me pierdo. No quiero aprender más, ya fui a la escuela de sobra.

-Hablando de estilos, siempre tuviste una estética y un mensaje muy fuertes, ¿esto va más de una actitud o de una estética sonora?

-No sé, es lo que uno quiera comunicar y luego también las capacidades con las que cuente. Para entonces nosotros éramos unos ignorantes musicales. Eso era para mí el punk: gente que no sabe tocar, pero que tiene derecho a hacerlo. Ahora en cualquier tipo de estilo la gente que toca tiene conocimientos, sabe. Imaginate si los punks que éramos unos pilindrajos (desgraciados) que no sabíamos tocar y teníamos derecho, digamos que los que saben también lo tienen (risas). No se lo vamos a quitar, pobrecitos, encima que han aprendido. Evaristo Páramos cantante de La Polla Records

Cantante de La Polla Records

-El mensaje del grupo sigue muy vigente: ¿preferirías un mundo con menos desgracias aunque eso no te deje la chance de escribir letras?

-¡Sí, sí, sí! ¡Aunque tuviera que aprender a tocar la flauta! Joder, claro. No vamos a hacer lo de la fábrica de armas: prefiero un mundo con menos guerras aunque la gente se quede sin trabajo.

-¿Cómo fue para ustedes salir de un lugar tan pequeño y poco conocido como Salvatierra y pasar en pocos años a ser referentes del punk en castellano?

-Bueno, educativo en su mayor parte. Algunas veces frustrante, pero la mayoría no, ha sido nuestra vida. No estábamos buscando nada, pero lo encontramos.

-La mayoría de la banda sigue viviendo allí: ¿Se los trata como celebridades o como a cualquier vecino?

-No, no, como a cualquier vecino. Algunos que siguieron tocando en i banda Gatillazo, conservaron a sus colegas (amigos) y otros pues, se pusieron un poco malotes. Pueblo pequeño, infierno grande se suele decir ¿no? Algunos esperan vernos caer, ya sabes, es muy divertido. Técnicamente la gente de capital es más dura, no hay más que ver las películas, pero en los pueblos también, ya sabes, la típica escena del que va en la carretera y se le rompe el coche y aparece el mecánico loco del pueblo y le dice «¿Cómo? ¿Dónde decías que ibas?». (risas). Los pueblos pequeños son muy guays (geniales)

La grandeza de los pueblos pequeños según Evaristo

.-Has despotricado contra el concepto del trabajo, pero me gustaría saber si consideras a La Polla Records o a cualquiera de tus otras bandas como un trabajo.

-No (categórico). No puedo, no puedo. Tengo una concepción muy antigua del trabajo, que para mí es algo que te cansa, que tiene que cansarte. Y tocar en un grupo… bueno, igual el batería, pero sarna con gusto no pica. Trabajo es estar en una fábrica soviética y ahí la peña ¡pin, pan, pin, pan! o Chaplin en «Tiempos Modernos». O mi abuelo en el campo, o la gente en una cadena de montaje, imagino eso, o alguien haciendo zanjas para tuberías con un pico y una pala, placer que hemos disfrutado en su momento, por cierto, breve pero intensamente. Yo considero trabajo a todo eso, pero tocar en un grupo… no sé. Evaristo Páramos cantante de La Polla Records

-Respecto a las nuevas generaciones, ¿creés que el sistema ha hecho las cosas lo suficientemente bien como para que ahora rebelarse sea más difícil para los jóvenes?

-Sí, lo ha hecho muy bien, porque tienen todas las cartas. Y está todo muy confuso, como muy mezclado. Cualquier cosa que hagas molesta a alguien… La clase baja, somos como un pez que ya ha mordido el anzuelo: si no tiramos, pues ya hemos picado, y si tiramos nos clavamos más. Entonces yo creo que al poder ya le da igual que la gente vaya por la extrema derecha o por la extrema izquierda. Simplemente lo manejan como quieren. Tienen el dinero, tienen las armas, tienen los medios de de comunicación -sin ánimo de ofender-, tienen todo. Para el poder es como robarle un caramelo a un niño. Pero cuidado… Pero cuidado… Es más: ¿Es esto una llamada a la violencia, una amenaza? ¡No! Ni mucho menos. Yo creo en la libertad de expresión, por eso no jamás diría lo que pienso (risas).

Según Evaristo el poder le da lo mismo vayas por la extrema derecha o extrema izquierda

-Hace poco en Madrid hubo en una sala muy conocida un concierto de grupos neonazis.

-¡Sí y los de la sala se hicieron los que no entendieron de qué iba!

-Exacto, no sólo eso, sino que la policía dijo que no tenía los medios para cancelar el concierto. Huele mal y suena raro, ¿vos que creés?

-A mí también me parece que está todo perfectamente planificado. Lo utilizan como propaganda para meter un poco más de miedo y que veamos que estos muchachos por fin pueden salir a la luz. Cualquier día de estos los van a usar para hacer algún trabajillo, ya verás. No ellos en concreto porque ya les han visto, pero algo pasará. También va a pasar una muy guapa: el día que decidan quitarnos el juguete de internet. Va a ser entretenido. Desde la heroína que no se verá un síndrome tan grande. Va a haber temblores, espasmos, violencia gratuita, abuelas que fuman, todo puede pasar, ya verás.

-Te considerás vasco-gallego…

Evaristo soy del Celta de Vigo

-(Interrumpe) Sí, porque nací en Galicia, soy del Celta de Vigo, conozco un poco el idioma, no demasiado, tampoco es tan difícil.

-Al tener esta raíz doble y al ser dos pueblos con mucha personalidad, ¿ayudó esta condición a que seas un rebelde?

-Puede ser, pero yo creo que ayudaron más mi familia y mis educadores. Fueron decisivos. O quizá también alguna cosa que traiga del nacimiento, has visto que ahora los bebés tienen traumas por horas (risas). Alguna cosa que pasó en algún momento y yo no tengo registrada, y que hizo que no me gustara que me den órdenes. Y yo he obedecido mucho, he obedecido mucho… a verdaderos idiotas. Y para obedecer a idiotas, ya me tengo yo.

-En una entrevista tuya decías que…

-¡Cualquier tontería puedo haber dicho! 

-Decías que los viejos punks deberían dejar espacio a las nuevas generaciones y en el último disco de La Polla se los escucha como una banda joven, fuerte, con actitud. ¿Hasta cuando te ves metido en la faena del punk rock?

-Pues no lo sé. Cada año es un milagro. Creeme, yo sé lo que me duele. Luego en el resto de 2020 con La Polla, habremos hecho esta gira, lo cual nos dejará un buen recuerdo hasta el Alzheimer, y creo que luego no seguiremos hablando. Porque es un grupo capicúa: comenzó tontamente y terminó tontamente, así que poder hacer este cierre creo que será más llevadero para todos nosotros. Evaristo Páramos cantante de La Polla Records

-¿Qué anécdota se te viene a la cabeza de cuando tocaron en la Argentina?

-Me acuerdo que allí la gente se toma el fútbol mucho más en serio que aquí. ¡Muchísimo! No se pueden hacer bromitas con esto. Aquí aún sí. Vamos que pueden hacer vídeos donde se ve sangre, golpes y eso, pero amigo mío, los hinchas europeos son bailarinas (risas). Llevan un altavoz al estadio, hacen coreografías, todos van vestidos igual… El fútbol ahora mismo no me convence, a veces no lo llamaría ni fútbol. A ver

tengo mogollón de camisetas, soy futbolero hasta la médula y hay veces que me arrepiento de todo el tiempo que he perdido viendo partidos horribles. El fútbol está muerto, tío.

-¿Por qué?

Si pones a jugar a los hinchas se podrían ver mejores partidos de los que se ven. El fútbol para mí es la prórroga, cuando todo el mundo está cansado y es un despelote. Cuando los locutores dicen “esto es un correcalles”,

¡como si fuera algo malo! Eso es a lo que yo llamaba fútbol. Los comentaristas son el producto de la crisis del trabajo, al no haberlo debemos comentar tonterías, no sólo de fútbol, y así nos convertimos todos en “especialistas”. El fútbol es la prórroga, el patadón “palante” y si fallan

los jugadores da igual, la gente sale contenta aunque su equipo haya perdido 7 a 4. Ahora la gente sale frustrada cuando su equipo falla un penal y el partido sale 0 a 0, que es lo que se busca en el puto fútbol de ahora, que la gente salga amargada y no piense en otra puta mierda que en eso. Es triste tener que darle la razón a los revolucionarios, pero la tienen. Ya está ¡mira qué ha gusto me he quedado! (Risas).

Entrevista en Carne Cruda de Evaristo Páramos

La Polla Records «LEVÁNTATE Y MUERE»🥇🥇🥇🥇


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