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El plan contra los efectos del calor estará activo del 1 de junio al 30 de septiembre

El plan contra los efectos del calor estará activo del 1 de junio al 30 de septiembre

Una de las novedades con respecto a temporadas anteriores es la incorporación de las zonas de meteosalud

El Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud es un plan implementado en España desde 2004 para reducir el impacto en la salud pública de las altas temperaturas durante el verano. El plan se activa anualmente de junio a septiembre, con posibilidad de extenderse en función de las condiciones meteorológicas.

Guía del Contenido

El plan contra los efectos del calor estará activo del 1 de junio al 30 de septiembre

El plan contra los efectos del calor estará activo del 1 de junio al 30 de septiembre

La Junta de Extremadura activará el próximo sábado, 1 de junio, el Plan de Vigilancia y Prevención del Efecto del Exceso de Temperatura sobre la Salud para la temporada 2024, que se extenderá hasta el 30 de septiembre.

El objetivo de este plan es reducir el impacto del exceso de temperatura en la salud de la población. Para ello, se establece un procedimiento de coordinación y funcionamiento entre los distintos organismos y entidades implicados.

Una de las novedades respecto a temporadas anteriores es la incorporación de las zonas de meteosalud, definidas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) como áreas que, desde el punto de vista climatológico, presentan un comportamiento homogéneo en cuanto a las temperaturas, especialmente las máximas.

El plan contempla medidas de coordinación e información entre los distintos organismos implicados, así como la difusión de información a la población sobre los efectos del calor excesivo, la identificación de los grupos de riesgo y la predicción de las olas de calor.

Responsables del Servicio Extremeño de Salud (SES) aconsejan a la población seguir las recomendaciones de prevención ante los riesgos que suponen las altas temperaturas. Recuerdan que el pasado verano hubo 41 afectados, de los cuales 6 necesitaron hospitalización y 2 fallecieron.

Según el documento, la población especialmente susceptible a las situaciones de calor excesivo incluye a los mayores de 65 años, menores de 4 años, embarazadas, personas con enfermedades crónicas, trastornos de la memoria y aquellas que reciben ciertos tratamientos como diuréticos, neurolépticos, anticolinérgicos y tranquilizantes. También se consideran en riesgo los consumidores de alcohol u otras drogas, las personas sin hogar, quienes viven solas, en condiciones socioeconómicas desfavorecidas o las que están expuestas al calor excesivo por razones laborales, deportivas o de ocio.

ALERTA DE DISPOSITIVOS SOCIALES Y ASISTENCIALES

Cuando se declare la situación de alerta de nivel 2 (naranja) o 3 (rojo), los servicios sociales de los ayuntamientos y de la Junta de Extremadura deberán contactar con los grupos de población de especial riesgo para asegurarse de que están tomando las medidas necesarias para minimizar el riesgo. Si es necesario, se asegurará la atención en lugares adecuados para las personas que lo requieran.

En caso de alerta naranja, los dispositivos asistenciales de Atención Primaria y hospitalaria mantendrán una elevada actitud de alerta y sospecha ante posibles afectados por las elevadas temperaturas. Los centros hospitalarios se prepararán en un plazo de 24 horas para adoptar las decisiones necesarias si se alcanza el siguiente nivel de alerta.

Si se produce una alerta de nivel 3, los dispositivos asistenciales acentuarán su nivel de alerta y sospecha, y activarán los recursos necesarios para aumentar la capacidad de respuesta y de ingresos en hospitales.

Antecedentes y justificación:

El plan se creó tras la ola de calor de 2003 en Europa, que causó un aumento significativo en la morbilidad y mortalidad. El cambio climático, que se espera que aumente la frecuencia y severidad de las olas de calor, justifica la continuidad y mejora del plan.

Objetivos y actividades clave:

El objetivo principal es reducir el impacto del exceso de calor en la salud, especialmente en grupos vulnerables como niños pequeños, ancianos y personas con enfermedades crónicas.

Las estrategias clave incluyen:

  • Sistemas de información: Predicción de temperaturas (Sistema de Información Ambiental) y monitoreo de la mortalidad diaria para evaluar el impacto del calor y emitir alertas tempranas.
  • Información y comunicación: Campañas para informar a la población y profesionales de la salud sobre los riesgos del calor y medidas preventivas.
  • Coordinación: Colaboración entre instituciones gubernamentales (Ministerio de Sanidad, AEMET, etc.), comunidades autónomas y servicios sociales para identificar y proteger a las personas vulnerables.

Niveles de riesgo y acciones preventivas:

El plan establece niveles de riesgo basados en la superación de umbrales de temperatura máxima y mínima durante varios días consecutivos:

  • Nivel 0 (verde): Sin riesgo.
  • Nivel 1 (amarillo): Bajo riesgo.
  • Nivel 2 (naranja): Riesgo medio.
  • Nivel 3 (rojo): Alto riesgo.

Cada nivel desencadena acciones específicas, desde la intensificación de la comunicación hasta la valoración de medidas adicionales y la posible activación de recursos de emergencia.

Adaptación al cambio climático:

El plan reconoce la necesidad de adaptarse al cambio climático y ajustar los umbrales de temperatura y las medidas preventivas en consecuencia. Se están realizando esfuerzos para definir zonas isotérmicas y actualizar los umbrales en función de los datos más recientes.

Seguimiento y evaluación:

El plan incluye un seguimiento diario y semanal, así como una evaluación final al terminar el verano. Se utilizan indicadores como el número de alertas emitidas y el número de muertes notificadas para evaluar la efectividad del plan.

El plan contra los efectos del calor estará activo del 1 de junio al 30 de septiembre

Fuente** 🟢 Noticias Extremadura

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