
Un tesoro lingüístico escondido en el Valle de Xálima que no es ni Español ni Portugués
Descubre la singularidad de A Fala, una lengua con raíces galaico-portuguesas y asturleonesas que solo se habla en tres pueblos del norte de Extremadura. En riesgo de desaparecer, es también un símbolo de identidad y resistencia cultural.
📰 A Fala: un tesoro lingüístico escondido en el Valle de Xálima
En el aislado Valle de Xálima, en la provincia de Cáceres, se mantiene viva una lengua que no es ni español ni portugués. Se trata de A Fala, también conocida como xalimegu, mañegu, lagarteiru o valverdeiru, según la localidad.
Esta lengua, de origen galaico-portugués, ha incorporado elementos del asturleonés y, con el tiempo, ha adoptado castellanismos, especialmente entre los más jóvenes. Existen tres variedades locales: mañegu (San Martín de Trevejo), lagarteiru (Eljas) y valverdeiru (Valverde del Fresno), todas comprensibles entre sí, aunque con diferencias fonéticas y de vocabulario.
¿Cuánta gente la habla y cuál es su situación?
Se calcula que entre 5.000 y 6.000 personas utilizan activamente A Fala, aunque otras estimaciones incluyen hasta 10.000 hablantes si se cuentan aquellos que emigraron pero la mantienen en el entorno familiar.
En 2001, fue reconocida como Bien de Interés Cultural. Gracias al trabajo de asociaciones como Fala i cultura, se ha elaborado un diccionario con más de 13.000 entradas y se han promovido iniciativas para conservar su gramática y uso.
Pese a estos esfuerzos, la lengua enfrenta un descenso en la transmisión generacional. Mientras que las personas mayores la emplean con soltura, la juventud tiende a utilizar el castellano en su vida diaria, lo que limita el uso social de A Fala.
Origen y desarrollo de una lengua singular
El aislamiento geográfico del Valle de Xálima hasta los años 90 permitió que A Fala se desarrollara de manera independiente desde la Edad Media. Su origen se remonta a la repoblación de la zona por gallegos y leoneses, que trajeron consigo el galaico-portugués medieval.
Comparte rasgos con el gallego y el portugués antiguos, como la conservación de la f inicial latina o ciertos diptongos. Sin embargo, también presenta innovaciones propias, como la desaparición de la d intervocálica en mañegu o la vocalización de algunos grupos consonánticos.
Existe un debate sobre su clasificación: mientras algunos consideran A Fala un dialecto gallego, otros defienden su carácter propio. La Junta de Extremadura respalda esta última postura, promoviendo una identidad lingüística autónoma.
Protección e iniciativas actuales
Recientemente, la Asamblea de Extremadura ha propuesto extender la protección como Bien de Interés Cultural al extremeño y al portugués rayano, recordando que A Fala ya cuenta con ese estatus desde hace más de dos décadas.
Las medidas incluyen su inclusión en planes educativos, campañas de sensibilización lingüística y fomento de la investigación. Aunque el grado de compromiso político varía según el partido, hay un reconocimiento generalizado sobre la necesidad de actuar.
Colectivos como Oscec Estremaúra, A nosa fala y U lagartu verdi lideran las acciones de difusión, elaboran materiales educativos y organizan festivales para revitalizar el uso de la lengua en su comunidad.
Reflexión final: conservar lo que nos hace únicos
A Fala no es solo una lengua; es un testimonio vivo de la historia, un reflejo de antiguas migraciones, del aislamiento geográfico y del poder de la tradición oral. Representa la identidad cultural de tres pueblos y un rasgo distintivo en el paisaje lingüístico español.
Preservarla no supone renunciar al castellano, sino valorar la diversidad y fortalecer los lazos generacionales. Cada palabra perdida es una manera menos de entender el mundo.
Integrar A Fala en la educación, dotarla de respaldo institucional y visibilidad en la esfera pública son claves para garantizar su supervivencia. De lo contrario, podría desaparecer silenciosamente, llevándose consigo un patrimonio irremplazable.
En definitiva, A Fala es una forma de resistencia cultural y un puente entre pasado y presente. Protegerla es honrar nuestras raíces y apostar por un futuro donde la diversidad siga teniendo voz.
Todo esto ocurre en un entorno natural de gran belleza y valor ecológico, donde la historia y la cultura conviven con la tranquilidad de la vida rural. Se trata de una zona bien comunicada, con infraestructuras adecuadas y servicios que permiten al visitante disfrutar cómodamente de su estancia. Es el destino ideal para quienes buscan conocer pueblos con alma, donde pervive una lengua ancestral que forma parte del patrimonio vivo de España. Recorrer el Valle de Jálama es sumergirse en un mundo distinto, donde cada palabra hablada es un eco del pasado que aún resuena con fuerza en el presente.
🌄 A Fala: Lengua Viva del Valle de Xálima
Conoce los aspectos clave de una de las lenguas más singulares y amenazadas de España.

(mañegu)

(lagarteiru)
(valverdeiru)
📊 Estimación de Hablantes
Origen y evolución
- Origen galaico-portugués
- Influencias del asturleonés y castellano
- Desarrollo aislado en el Valle de Xálima
Riesgos actuales
- Reducción del uso entre jóvenes
- Escasa presencia institucional
- Debilitamiento de la transmisión oral
Iniciativas de conservación
- Reconocida como Bien de Interés Cultural (2001)
- Diccionario con más de 13.000 términos
- Asociaciones locales activas: Fala i Cultura, A Nosa Fala…
- Propuesta de inclusión en programas educativos
Un tesoro lingüístico escondido en el Valle de Xálima que no es ni Español ni Portugués