En cuarentena a 240 extremeños en menos de un mes, los rastreadores de la COVID-19 trabajan para acorralar al coronavirus desde el pasado 11 de mayo, cuando la región entró en la fase 1 de la desescalada.
Epidemiólogos, enfermeros, farmacéuticos y veterinarios del SES intentan localizar y vigilar a los contactos de los casos positivos para aislarlos y frenar la expansión del virus.
En menos de un mes este equipo de profesionales ha puesto en cuarentena a un total de 240 extremeños.
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En cuarentena a 240 extremeños en menos de un mes
Todos ellos han tenido contacto con alguno de los 57 positivos por PCR que ha diagnosticado el SES desde el 11 de mayo hasta el 4 de junio.
37 pertenecen a la provincia de Cáceres y 20 a la de Badajoz.
Cada uno de ellos recibió la correspondiente llamada. Primero les identificaron y luego les informaron de los pasos a seguir.
Si un contacto es estrecho, es decir, que convive con la persona infectada, tiene que permanecer en aislamiento domiciliario hasta catorce días después de que el contagiado deje de presentar síntomas.
Los no convivientes deben estar aislados catorce jornadas en su domicilio desde la última vez que se vieron con el caso índice,
tal y como se denomina a la primera persona contagiada.
Seguimiento a través de llamadas
Durante esas semanas, los rastreadores les hacen un seguimiento a través de llamadas para ver si presentan síntomas.
Si se da alguno pasan a ser casos sospechosos y empieza de nuevo el proceso, que se traduce en prueba de
diagnóstico y si finalmente es un positivo arranca una nueva búsqueda de contactos.
Para hacer esos estudios y que no se escape ningún detalle, el equipo de rastreadores lo forman 147 profesionales repartidos entre las ocho áreas de salud.
Trabajan en turnos de mañana y tarde, pero están conectados las 24 horas mediante un busca.
La forma de trabajar
El trabajo de los rastreadores comienza cuando aparece un caso sospechoso, ya sea por una llamada al 112 o porque acude a algún centro de salud.
Los médicos de Atención Primaria comprueban si sus síntomas son los de la COVID-19 y si es así pasa a formar parte de la lista de sospechosos.
En la consulta, con el apoyo de farmacéuticos y veterinarios, recaban los datos de las personas con las que ha tenido relación entre los dos y los cinco días previos al desarrollo de los síntomas.
A ello se suman las preguntas que le hacen. Entre ellas, si vive solo, con quién ha estado, si ha ido al supermercado o si ha estado en alguna terraza.
La red de contactos
Es la forma de conocer la red de contactos para que en el caso de que finalmente sea un caso positivo empiecen a llamar por teléfono a todas esas personas.
En ocasiones, los profesionales se encuentran con que un infectado solo tiene un contacto, pero otras veces el trabajo se complica y su red puede llegar hasta diez.
En eso influye directamente la fase del confinamiento en la que estemos los extremeños. A mayor avance en la desescalada, más vida social y más complicado es el trabajo del rastreador.
En algunos casos se han topado con situaciones que se deben a que las personas implicadas no han respetado las medidas aprobadas por el Gobierno.
Es el ejemplo del confirmado en el área de salud de Badajoz, que detectó un positivo tras asistir a un cumpleaños con más gente de la permitida.
El estudio activó las alarmas en la Consejería de Sanidad e identificaron a 18 personas que participaron en esa fiesta y todas ellas tuvieron que estar en cuarentena.
Sin embargo, según ya ha confirmado el consejero de Sanidad, José María Vergeles, tras practicarles las pruebas correspondientes todos han dado negativo en COVID-19.
Fuente*Hoy.es
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