Viva el progreso a cuenta del expolio. Todo ese agua pertenecía a los pueblos mencionados (Grimaldo y Casas de Millán), pero claro, a nadie le preocupa que se hayan secado todos los acuiferos naturales, una de las pocas riquezas de las que disponemos en esta Extremadura y lo remataremos con la mina proyectada

Responder